sábado, 11 de mayo de 2013

Sola

Mi corazón late diciendo que estoy viva,
aunque m cuerpo yace en el suelo tendido;
mi aliento que empaña las baldosas me dice que respiro,
aunque hace tiempo que me ahogo;
por mis venas corre la sangre,
aunque yo la veo esparcida en mi vestido;
mis ojos me muestran imagenes,
aunque yo se que están cerrados;
oigo voces a mi alrededor,
pero mis oídos las convierten el leves murmullos;
noto el frío y húmedo suelo en los dedos,
aunque las manos cerradas tengo;
Y aunque lo intento y lo intento,
mi cuerpo no hace el mínimo movimiento.
Seca esta mi alma acuchillada,
que grita sin parar,
aunque de mis labios no sale sonido alguno.
No hay nadie.
El piano toca solo pero no hay nadie,
las cortinas se retuercen pero no hay nadie,
pasos hacen vibrar el suelo pero no hay nadie
¡Nadie!
Nadie me escucha, nadie me ve,
estoy sola con la rosa
 que seca yace a mi lado y me acompaña.
Y junto a los rotos cristales
que escurrieron de mis manos,
se haya el rojo líquido
que brilla en las sombras de mi habitación.
La mínima esperanza se deshace como mi vida
y espero que el pomo se mueva y se abra la puerta,
pero estoy sola y no hay nadie.
Y no llega la temida muerte,
ni un ángel, ni el demonio
ni me deshago en llamas ni me evaporo.
Así, abandonada a mi suerte, estoy sola.
Sola en el inmenso vacío de mi penosa existencia.

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